Gregorio Rodríguez juega a otra velocidad. Cuando encara por la banda, sea la izquierda o derecha, deja rivales en el camino. Pero no es sólo ese juego vertiginoso, aporta sacrificio, cooperación y juego. De esa manera se ha ganado un lugar importante en el Instituto de Diego Dabove. ‘Grego’ –de 24 años– está viviendo un gran momento en su carrera. Llegó a la ‘Gloria’ siendo un niño, allá por el 2011 y vivió de todo en el club hasta llegar al equipo mayor, lograr el ascenso y ser titular en Primera división. “Es muy lindo este presente”, dice con una sonrisa cuando dialoga con PERFIL CÓRDOBA y sentencia: “Es la primera vez que veo al club tan bien, en Primera, peleando por entrar a una copa, que, si lo logramos, sería histórico. Vivo este momento con mucha felicidad y muchas ganas”.
—A propósito de “felicidad”, ¿se puede disfrutar con todas las presiones que tiene el fútbol profesional?
—No voy a negar que es difícil. Por ahí, la sociedad hoy en día está atravesando un momento muy duro y complicado y lo traslada al fútbol. La gente canaliza todo en el fútbol. Entonces, vos tenés una presión extra, sabés que salís a la cancha y hay gente que llega con la plata justa a fin de mes, hace un esfuerzo para pagar la cuota o tomarse dos colectivos para llegar a la cancha. Y quieras o no, a veces, del resultado que logramos depende la felicidad de esa persona en la semana; y eso es una presión, lo tenemos en cuenta. Pero sí, tratamos de disfrutar que podemos darle alegría a esa gente, como la estamos dando ahora, con este momento del equipo. Tenemos un grupo muy bueno donde se trata de disfrutar el día a día. No estamos peleando un descenso, estamos peleando por entrar a una copa y nos exige para arriba.
—Entre marzo y abril, el equipo tuvo cinco derrotas consecutivas, ¿qué tan importante para el plantel fue que la dirigencia haya respaldado al DT?
—Muy importante, porque habla de un proyecto de club. En el fútbol argentino que se mantenga un técnico un año y medio o dos es poco habitual. Esto habla bien de la dirigencia, de que hay un proyecto, un camino, sabe a dónde ir, y sabía que el grupo estaba bien. Nosotros trabajamos con tranquilidad y entrenando, lo que sacamos adelante todos juntos.
Hay vida más allá del fútbol. Gregorio juega bien al fútbol y cuando habla se expresa bien. Piensa sus respuestas y analiza. Gregorio se recibió de licenciado en Administración de Empresas, en la Universidad Siglo 21, y pudo coordinar los tiempos del fútbol con los estudios. “Cuando terminé el secundario, empecé a entrenar con el plantel de Primera. A mí me gustaba la administración, trabajé en un estudio contable y de administración, que administraba unos locales gastronómicos y me gustó. Investigué y vi también que a la tarde, aparte del gimnasio, tenía libre. Y me propuse arrancar a estudiar”, relata el atacante albirrojo sobre cómo se le despertó la idea. Fue importante su familia, ya que al planteárselo a ellos dijeron que lo iban a apoyar y lo hicieron. Y también fueron claves sus compa-
ñeros. “Empecé a ir a la universidad y los dos primeros años me costaron mucho, por los viajes. Pero la modalidad me ayudó.
Todo era virtual. En los viajes leía en el celular, estudiaba, llevaba los apuntes a la concentración. Los chicos jugaban a la Play o al truco y yo estaba leyendo”, relata entre risas aquel proceso, que dice que lo fue llevando tranquilo, hasta que llegó la cuarentena de la pandemia.
“En ese momento pude avanzar un montón y en un abrir y cerrar los ojos ya me faltaba menos. Y la terminé. Una carrera de cuatro años, la hice en cinco años y medio, creo que es un buen promedio. Fueron muy importantes mis compañeros, que me ayudaron un montón”, afirma.
—¿Pensás ejercer en un futuro, después del fútbol?
—Sí, me imagino ejerciendo. Todavía no sé muy bien en qué área. Esta carrera es muy amplia, después te especializás en lo que querés. Es una carrera que se puede vincular mucho con el fútbol. Hoy los clubes se manejan como empresas, con miles de empleados, con estructuras grandes y hay que administrar. Puede ser en el fútbol o no. Lo veremos el día de mañana. No lo pienso todavía. Por ahora pienso en jugar, estoy enfocado. Me encanta el fútbol y estoy las 24 horas con eso. Aunque ahora me estoy despejando un poco estudiando inglés.
—¿Pensando en la Premier League?
—Ojalá, quién te dice. Me perfecciono en el inglés, porque creo que es importante. Y el día de mañana con el título y con inglés, espero que me aparezca un laburo lindo.
«La Agustina es mi segunda casa»
‘Grego’ es admirador de Ángel Di María, aunque su ídolo es Lionel Messi. El atacante de Instituto tiene sueños, esperanzas. Cuenta que el técnico Diego Dabove lo habla y le dice que no se conforme, “que vaya por más”. Y él lo agradece: “Eso está bueno, porque te da confianza a aspirar por más, que es importante en el fútbol, ponerse metas que te motiven”.
—A propósito de metas, ya llegaste a Primera, ¿con qué soñas ahora?
—Tengo varios sueños. Futbolísticamente es hacer una buena carrera, poder jugar en Europa, esforzarme al máximo, cuidarme al máximo para ver hasta dónde puedo dar.
—¿Qué es La Agustina para vos?
—Caeré en lo básico, pero es la verdad: La Agustina es mi segunda casa. Estuve gran parte de mi infancia y de mi adolescencia, iba a entrenar cinco veces a la semana a La Agustina y los sábados jugaba ahí. La conozco de memoria. Conozco desde el utilero al canche- ro, al que corta el pasto, todos. Voy y saludo a todo el mundo, como en mi casa.