El jueves 14 de noviembre Javier Milei ya tenía agendado estar presente en un foro de derecha en el estado de Florida donde se encontraría con Donald Trump. Sin embargo, decidió salir ese mismo día a las dos de la mañana y llegar con el tiempo justo a la Cumbre por un motivo estratégico: quiso ser el orador principal del lanzamiento de la Fundación Faro Argentina, el primer think tank libertario. Su largo discurso, esta vez más centrado en su mirada geopolítica y cultural más que economicista, fue un gesto que, para ser la piedra fundacional, aún no pueden borrar sus creadores.
En este marco, su director ejecutivo, Agustín Laje, uno de los intelectuales más cercanos al jefe de Estado, puso en marcha dos ejes de trabajo. Todo bajo el manto de transformarse en la usina de ideas que permita formar a los futuros candidatos libertarios para 2025, pero también para que se forme una generación que adhiera, con fundamentos técnicos, a la “batalla cultural” que pregona La Libertad Avanza.
Esto supone dos líneas de acción a la vez que la Fundación Faro comenzó a generar, aún de manera embrionaria. Por una parte, se están diseñando cursos y seminarios con distintas temáticas –no solo económicas– para que los dirigentes libertarios pueden elegir varios de ellos. Serán cursos rápidos (de un mes de duración aproximadamente) que den un mapeo general a los conceptos que se plasman en la discusión pública.
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De esto se habla en el chat “Agenda Argentina” donde comenzaron a intercambiarse miradas. De allí surgió la idea del “Partido del Estado”, uno de los conceptos que comenzó a verter el Presidente como una forma de agrupar a la “casta”.
En casos concretos: un economista formado en el mercado financiero que tiene ganas de ser candidato en determinado distrito podrá apoyarse en el think tank para aprender sobre otras temáticas, como filosofía política, una de las materias que dictará el propio Laje. O un abogado libertario que pueda aprender sobre la Escuela Austríaca tras un curso introductorio que dictará Adrián Ravier, el director académico de Faro.
Aunque el norte está claro, en estas semanas se está confeccionando la oferta académica así como la selección de profesores, la currícula y la modalidad (cantidad de horas, virtualidad).
El caso que despertó este movimiento, cuentan en Faro, es el de Chile, donde el pensamiento de derecha se centró en la economía (y no en la “batalla cultural”) mientras la izquierda copó las universidades (de allí emanó como líder universitaria y luego como dirigente Camila Vallejos), y cuyo máximo éxito se alcanzó con la elección de Gabriel Boric como presidente.
El segundo eje de trabajo para 2025 va a ser la organización de eventos abiertos al público en general. Barajan la idea de un ciclo de conferencias por mes, al menos.
Aquí la “batalla cultural” sumará a los actores principales de todas las redes sociales (no solo Twitter sino YouTube, Instagram) para que se sumen a estos cursos gratuitos.