Boca disputará este miércoles el partido más importante del semestre, cuando desde las 21.10 enfrente a Vélez por una de las semifinales de la Copa Argentina. Y para ello, Fernando Gago podría sorprender con la formación titular del Xeneize, en donde existen altas posibilidades de que Frank Fabra aparezca como lateral izquierdo.
El empate 0-0 ante Huracán en Parque Patricios significó el regreso del colombiano al equipo, luego de cuatro meses de ausencia, relegado en la consideración de los entrenadores anteriores luego de aquella expulsión infantil en la final de la Copa Libertadores 2023. Y según las evaluaciones del cuerpo técnico de Gago, la actuación de Fabra “superó las expectativas”, más allá de que debió ser reemplazado poco antes del final en encuentro, como consecuencia de un calambre, seguramente por el tiempo que había transcurrido sin jugar de manera oficial más allá de un puñado de minutos.
La posición de lateral izquierdo no tiene un dueño definido. En el primer semestre, Lautaro Blanco ocupó ese lugar y se destacó con lucidez, buenas proyecciones y protagonismo en las jugadas ofensivas, con centros quirúrgicos que terminaron en goles. Sin embargo, su rendimiento decayó en los últimos meses. Al mismo tiempo, Marcelo Saracchi creció y aprovechó sus ocasiones para ganarse el puesto y ser convocado por Marcelo Bielsa para la selección de Uruguay. Y ahora es Fabra el que se metió en la pulseada por un lugar entre los 11 del equipo, con la clara intención de un lugar que considera propio después de casi 9 años en la institución.
Fabra no solo mejoró su rendimiento futbolístico, sino que también trabajó intensamente en su forma física. A pocos días de asumir, Gago fue muy claro con el lateral, con quien compartió plantel como futbolista tres años, entre enero de 2016 y enero de 2019 : “Si te ponés a punto, vas a tener tu chance”, le dijo en una charla privada. El jugador aceptó el desafío y sorprendió al cuerpo técnico: bajó cerca de siete kilos en un mes.
El camino para llegar hasta este presente no fue fácil. Desde la final de la Copa Libertadores 2023 ante Fluminense, en la que fue expulsado por una reacción infantil que condicionó al equipo (le pegó un cachetazo leve a un rival en medio de una trifulca en la que Boca estaba pidiendo que revisen una jugada que podía ser penal a favor, con el partido 1-2 y un hombre más en el campo), su lugar en el plantel había perdido terreno. Esto, sumado a la hostilidad de los hinchas, cansados de errores que derivaron en derrotas muy dolorosas, y una seguidilla de actuaciones irregulares lo relegaron al banco, y en muchos casos ni siquiera formó parte de los convocados.
Con Diego Martínez, el entrenador anterior, Fabra solo fue titular en tres partidos y apenas sumó minutos en el empate contra Instituto en julio, cuando ingresó al campo en tiempo de descuento. Su situación parecía irreversible, pero la llegada de Gago cambió el panorama.
El colombiano supo aprovechar el mensaje de “empiezan todos de cero” que propuso el nuevo entrenador. Desde el primer día, Gago dejó claro que ningún jugador tenía el puesto asegurado y que todos tendrían que ganarse un lugar. Fabra respondió no solo con disciplina y compromiso profesional, sino también con resultados en las prácticas de fútbol. Y el DT cumplió con su palabra al tenerlo en cuenta otra vez. De otra manera, no hubiera sido titular ante Huracán.
Su actuación ante el Globo, sólida en defensa y con participación activa en ataque, convenció al cuerpo técnico. Ahora, el lateral compite mano a mano con Saracchi y Blanco por un lugar entre los titulares para el trascendental partido con Vélez de este miércoles.
El duelo ante Vélez será el primer gran examen para medir si Fabra está realmente listo para recuperar su protagonismo en Boca. Aunque Saracchi sigue siendo el favorito para ocupar el lateral izquierdo, el colombiano demostró que tiene herramientas para volver a ser una pieza clave en el equipo. Si Fabra no llegara a jugar ante El Fortín desde el arranque, al menos volvió a dar pelea y -quizás- en el corto plazo vuelva a tener su chance.
Con nueve años en el club, Fabra transita una etapa de perfil bajo y poca actividad en un año que parecía perdido para él. Aunque su esfuerzo físico y su determinación para aprovechar las oportunidades, sumados a su indiscutible calidad como futbolista, lo colocan nuevamente en la conversación, y Gago sabe que tiene en él una alternativa confiable para los desafíos que se avecinan. No solo por su velocidad para cubrir espacios en defensa, sino por su fortaleza ofensiva, sus desbordes y su gran pegada. De hecho, justamente en Córdoba le había marcado un golazo a Tigre en la final de la Copa de la Liga 2022
El encuentro del miércoles, que se jugará a partir de las 21:10, será una prueba tanto para el equipo como para un Fabra renovado que busca consolidarse. En Boca, donde los márgenes de error son mínimos, el lateral colombiano quiere demostrar que todavía tiene mucho para aportar en busca de un título que puede definir el rumbo del club para 2025.
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