El gobierno sigue llevando adelante medidas para la eliminación de subsidios en las tarifas eléctricas y de gas con motivo de la desregulación furtiva que planea en base a la menor intervención del estado posible. Esto impactó de lleno en los bolsillos de los usuarios y que todavía no ha sido desregulado del todo.
El gobierno dejó la potestad a las empresas de colocar los precios que les parecían, especialmente a aquellas de uso masivo como la electricidad y el gas. Esto se vio reflejado en los primeros meses de gestión en los que las tarifas multiplicaron exponencialmente su valor.
Si bien el lema del gobierno es intervenir lo menos posible en la vida de las personas y velar por el establecimiento del libre mercado, la verdad es que esto solamente beneficia a las grandes empresas y afecta de menor forma a aquellos que pueden afrontar las subas.
Ahora, la secretaria de Energía, María Tettamanti, dio a conocer que se está trabajando en posibilidades para focalizar los servicios en los que menos tienen, por lo que se mantendrá el actual cuadro tarifario hasta abril de 2025, siempre y cuando no haya modificaciones sustanciales.
El ánimo social está caldeándose cada vez más, debido a que muchos consideran que el gobierno está dejando a la población a su suerte y a merced de las grandes compañías, especialmente aquellas que han creado un monopolio de la energía.
La desregulación que está llevando adelante el gobierno afecta a la mayoría de la población que ha visto sus ingresos horadados tremendamente por la situación imperante. La caída real del salario ha colaborado para que cientos de miles de personas caigan en la pobreza y la indigencia.
Los aumentos que vienen
El gobierno mantiene sus ideas de desregular la mayor cantidad de servicios posibles y permitir que el mercado se organice solo. Sin embargo, estas recetas neoliberales son harto conocidas en Argentina, desde la dictadura, pasando por Menem hasta De la Rua.
Algunos analistas mencionan que los combustibles aumentarán en períodos mucho más acotados que este primer año, lo que encarecerá el precio de los alimentos y servicios. Con la desregulación del gas y el agua las cosas podrían tomar un tono mucho más peligroso para la población.
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