Desde que Javier Milei asumió la presidencia, el salario promedio en términos reales cayó un 9,6 por ciento. En los sectores públicos, la pérdida llegó al 16,1 por ciento y en los no registrados, al 20,1 por ciento. Además, entre noviembre de 2023 y agosto de 2024, se perdieron más de 261mil puestos de trabajo en el sector formal.
Según el informe publicado por el Centro de Economía Política (CEPA), el ajuste económico, que incluyó una devaluación del 118 por ciento y el aumento significativo en las tarifas de servicios públicos, fueron los factores que más influyeron en la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores. Asimismo, las negociaciones paritarias resultaron heterogéneas y en la mayoría de los casos cerraron por debajo del índice de Precios al Consumidor en medio de la desregulación económica en los precios de naftas, prepagas, alimentos y medicamentos.
Sin embargo, hay sectores que resultaron beneficiarios de la política económica libertaria. Los vinculados a la “Intermediación financiera” multiplicaron por 7 su facturación, la explotación de minas y canteras la multiplicó por 4,1 y electricidad, gas y agua creció por 5. Al contrario, los más perjudicados fueron la construcción, que multiplicó su facturación por 2,7; la industria manufacturera, que hizo lo propio en 3,2 veces, al igual que el comercio mayorista, minorista y reparaciones. Los tres sectores ganadores del modelo de la libertad explican sólo el 4 por ciento de los puestos de trabajo registrado privado, mientras que los que quedaron por debajo del promedio explican el 44,5 por ciento del empleo registrado privado.