Los alimentos que forman parte de nuestra dieta pueden aportar muchos beneficios o perjudicar nuestra salud. Cuando se prioriza la nutrición, y se evitan los excesos, el cuerpo recibe energía y nutrientes que ayudan a mantener el peso deseado, reducir el colesterol y prevenir ciertas afecciones.
Mejorar la elección de los alimentos que consumimos a diario es uno de los pasos más importantes y beneficiosos que podemos hacer para cuidar de nuestra salud en general. Además, estos pueden repercutir en diferentes situaciones de nuestra vida cotidiana.
Los alimentos se relacionan también con los ronquidos, un fenómeno sonoro que ocurre mientras las personas duermen y que tiene su origen en la vibración de las estructuras naso-orales causada por una resistencia al paso de aire, durante la respiración, a través de la parte posterior de la boca y nariz, según informa la Fundación Argentina del Tórax.
Para prevenir los ronquidos se aconsejan ciertos cambios en el estilo de vida como bajar de peso, evitar el consumo de alcohol antes de acostarte, dormir de costado u optar por dispositivos médicos o cirugías. Pero, ¿qué sucede cuando este fenómeno se relaciona con ciertos alimentos?
Sobre este tema, la doctora Wilson, especialista en apnea del sueño y articulación temporomandibular (ATM), afirma que, aunque muchos factores influyen para que se produzcan obstrucciones en la respiración, algunos alimentos pueden ayudar a disminuir la congestión e inflamación.
Wilson pone el foco en los alimentos procesados, los lácteos y aquellos que son ricos en grasas como los que pueden dificultar la respiración e incrementar las probabilidades de que se produzcan los ronquidos. Como contrapunto, aconsejó el consumo de frutos rojos, manzana, espinacas y pimientos debido a que aportan vitaminas y antioxidantes que reducen la inflamación.
A su vez, pescados como la caballa y el salmón tienen propiedades antiinflamatorias, al igual que alimentos como el ajo, la cúrcuma y el jengibre. Además, las semillas de chía y lino, al igual que las almendras, ofrecen grasas saludables que benefician al sistema respiratorio.
Finalmente, como un aporte más para la prevención de los ronquidos, el consumo de té verde es aconsejado por su contribución a relajar los músculos, reducir la inflamación y lograr que nuestra respiración sea más fluida, por lo que mejora nuestro descanso.