Con 2.000 años de historia, el Ginkgo biloba sigue ganando popularidad por su capacidad para combatir el estrés, mejorar la memoria y proteger las células cerebrales
Existe una planta milenaria, originaria de Asia, que destaca por su capacidad para mejorar la memoria y potenciar las funciones cerebrales. Utilizada durante siglos en la medicina tradicional, las hojas del Ginkgo biloba contienen compuestos que estimulan la circulación sanguínea y protegen las células del cerebro.
Hoy en día, se cultiva en diversas regiones del mundo y está disponible en múltiples formatos como comprimidos, infusiones y extractos líquidos, lo que facilita su uso para diferentes fines relacionados con la salud cognitiva. Una investigación publicada en Pharmacopsychiatry mostró mejoras moderadas en memoria y atención.
El Ginkgo biloba, de origen milenario, se ha convertido en un recurso ampliamente reconocido por sus propiedades medicinales, especialmente en relación con la memoria y la salud cerebral. Con más de 2.000 años de uso medicinal documentado, esta especie única, ha ganado popularidad en el mundo moderno gracias a los beneficios reportados para la cognición, la circulación y el bienestar mental.
Según el estudio Ginkgo Evaluation of Memory (GEM), publicado en JAMA (2008) el ginkgo biloba se ha destacado como un aliado potencial para el cuidado del cerebro, especialmente por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea en esta área crítica del organismo. Este árbol contiene compuestos activos como flavonoides y terpenoides, que actúan como antioxidantes y ayudan a combatir el estrés oxidativo, una de las principales causas de daño celular en el cerebro.
Entre los principales beneficios atribuidos al ginkgo biloba se encuentran:
- Mejora de la circulación cerebral: al facilitar un mayor flujo de oxígeno y nutrientes esenciales a las células cerebrales, esta planta podría optimizar funciones cognitivas como la memoria, la concentración y la velocidad de pensamiento.
- Protección de las células cerebrales: sus compuestos antioxidantes actúan como un escudo frente al daño oxidativo, un proceso asociado con el envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas.
- Aumento del rendimiento cognitivo: este beneficio lo convierte en una opción interesante para personas que buscan potenciar su vitalidad mental en el trabajo o el estudio. Un estudio del Journal of Alzheimer’s Disease (2014) sugirió que el ginkgo biloba podría proteger las neuronas frente al daño relacionado con el envejecimiento.
- Reducción del estrés y la ansiedad: promueve un equilibrio mental que puede ser útil en situaciones de tensión emocional.
El portal de salud CuídatePlus destaca que el ginkgo biloba podría ser especialmente beneficioso en las primeras etapas del Alzheimer y para tratar migrañas, aunque aclara que no existe evidencia concluyente de que pueda prevenir o curar enfermedades específicas.
Originario del sur de Japón, China y Corea del Sur, el ginkgo biloba ha encontrado condiciones ideales de cultivo en otras partes del mundo. Este árbol milenario, considerado un fósil viviente, se cultiva actualmente en diversas regiones gracias a su resistencia y versatilidad.
- Asia: es la región donde crece de manera natural, especialmente en climas templados y húmedos. En China, el ginkgo biloba es parte de la tradición medicinal y ornamental.
- Europa: se cultiva ampliamente en el suroeste de Francia, donde se produce con fines medicinales en plantaciones especializadas.
- América del Norte: Carolina del Sur se destaca como uno de los principales estados productores, con cultivos que se benefician de su clima cálido y sus suelos fértiles.
El ginkgo biloba también se utiliza como árbol ornamental en muchas ciudades, debido a su capacidad para adaptarse a entornos urbanos y su impresionante resistencia a plagas y enfermedades.
El ginkgo biloba se encuentra disponible en una amplia variedad de formatos, lo que facilita su inclusión en rutinas terapéuticas o preventivas según las necesidades individuales:
- Comprimidos: son la presentación más popular, utilizados para fines terapéuticos bajo dosificación controlada.
- Extractos líquidos: formato concentrado que permite un ajuste preciso de la dosis según los requerimientos del usuario.
- Infusiones: elaboradas con las hojas secas, ofrecen una forma tradicional y accesible de consumo.
- Geles tópicos: aunque menos comunes, se emplean en tratamientos alternativos para afecciones específicas de la piel o circulación local.
A pesar de la facilidad para acceder a estas presentaciones, los expertos advierten sobre la importancia de seguir indicaciones médicas, ya que un uso indiscriminado puede causar efectos secundarios o interactuar con otros medicamentos.
El ginkgo biloba ha sido utilizado históricamente para tratar una amplia variedad de afecciones. Entre las aplicaciones más comunes y las condiciones investigadas se encuentran:
- Trastornos cognitivos: se utiliza en personas con deterioro cognitivo leve o en las primeras etapas del Alzheimer para mejorar la memoria y la atención.
- Problemas de visión asociados con diabetes: slgunas investigaciones sugieren beneficios potenciales para personas con retinopatía diabética.
- Síndrome premenstrual: puede ayudar a aliviar síntomas físicos y emocionales.
- Enfermedades cardíacas y presión arterial alta: su capacidad para mejorar la circulación lo convierte en un posible aliado para estos problemas.
- Afecciones respiratorias: como el asma, debido a sus propiedades antiinflamatorias.
- Otras aplicaciones: se ha investigado para la esquizofrenia, disfunción sexual, astenia primaveral y hasta para tratar la dependencia de sustancias como la cocaína.
No obstante, es importante destacar que muchos de estos usos provienen de la medicina tradicional o estudios preliminares, por lo que la evidencia científica no siempre es sólida ni concluyente.