El comienzo de un nuevo año trae la posibilidad de plantear metas que nos ayuden a mejorar en diversos aspectos de nuestra vida, incluida nuestra relación con el mundo digital. Y este mundo está plagado de mitos que se repiten y confunden a los usuarios respecto de qué hacer y qué no hacer respecto de sus prácticas online.
2024 tuvo diversos desafíos: filtraciones de datos, robos de contraseñas, secuestro de cuentas de WhatsApp y redes sociales, marcaron un año plagado de posibles engaños. Y según un estudio de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, uno de los principales objetivos para este 2025 debería ser eliminar los mitos sobre ciberseguridad que dificultan la protección de nuestra privacidad y datos personales.
El estudio “Superstición e inseguridad: cómo se relacionan los usuarios con el mundo digital”, llevado a cabo por la compañía, reveló que persisten múltiples creencias erróneas entre los usuarios al interactuar con internet, manejar información personal en línea o utilizar dispositivos inteligentes.
Estas supersticiones generan comportamientos riesgosos, lo que incrementa la exposición a amenazas como el phishing, el robo de identidad y el fraude.
Mitos que afectan la seguridad digital
«Mis datos bancarios solo pueden ser robados si alguien tiene mis tarjetas físicas»
Un 21% de los usuarios en América Latina cree que con solo guardar sus tarjetas en carteras que bloquean señales NFC están protegidos contra el robo de datos bancarios.
Sin embargo, los ciberdelincuentes también pueden acceder a esta información a través de aplicaciones bancarias mal protegidas en smartphones.
Además de emplear carteras NFC, es crucial implementar claves de acceso seguras, activar la autenticación de dos factores, actualizar aplicaciones periódicamente y contar con soluciones de seguridad que protejan los datos financieros.
«No pasa nada si hago clic en enlaces que recibo por mensajes»
Un 25% de las personas cree que no hay peligro al interactuar con enlaces enviados por SMS, WhatsApp o correos electrónicos. Esto resulta preocupante, ya que las estafas mediante mensajes falsos están en aumento en la región.
Los atacantes diseñan estrategias cada vez más sofisticadas para engañar a los usuarios y robar sus datos. Verificar la autenticidad de los mensajes y evitar interactuar con enlaces de remitentes desconocidos o sospechosos son medidas esenciales para prevenir estafas.
«Tengo control de los datos que comparto en redes sociales, por lo que estoy a salvo»
El 45% de los usuarios en América Latina participa en tests virales y minijuegos en redes sociales sin considerar las implicaciones para su privacidad.
Estas actividades suelen requerir permisos para recopilar información personal y, en algunos casos, comparten datos con terceros sin el consentimiento explícito del usuario. Revisar configuraciones de privacidad, analizar los permisos concedidos y leer las políticas de uso son pasos imprescindibles para protegerse.
Por todo esto, los mitos en torno a la ciberseguridad generan una falsa sensación de protección, llevando a las personas a ignorar medidas básicas para salvaguardar su información.
Este 2025, el compromiso debe ser aprender sobre los riesgos reales y adoptar prácticas responsables en el entorno digital.
Como concluyó Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky para América Latina: “Proteger nuestra privacidad no solo nos permite aprovechar las ventajas de la tecnología, sino que también evita consecuencias que podrían haberse prevenido con mayor conciencia y educación”.
Contraseñas y segundo factor: el mensaje más importante de 2025
Las contraseñas, aunque siguen siendo el método más utilizado para acceder a servicios y plataformas, ya no son suficientes por sí solas. Esto se debe a la creciente sofisticación de los ciberataques y a las malas prácticas de los usuarios, como reutilizar claves o elegir combinaciones débiles. Ante este panorama, la seguridad digital debe pasar a un nuevo nivel mediante el uso de herramientas como las passkeys y, sobre todo, el segundo factor de autenticación (2FA).
Las passkeys, también conocidas como claves de acceso, son una alternativa moderna que promete dejar atrás las contraseñas tradicionales. Estas funcionan mediante la autenticación biométrica o claves criptográficas almacenadas en dispositivos confiables. Si bien representan un avance en seguridad, su implementación aún está en crecimiento. Por eso, para el usuario promedio, el enfoque más práctico y accesible sigue siendo habilitar el 2FA en sus cuentas más importantes.
El segundo factor de autenticación agrega una capa adicional de protección al requerir algo más que la contraseña: un código único enviado a tu teléfono, un token generado por una aplicación o incluso una llave física. Este sistema complica enormemente la vida de los atacantes, ya que incluso si obtienen tu contraseña, necesitarían acceso al segundo factor para completar el ingreso. Plataformas como bancos, redes sociales y servicios de correo electrónico suelen ofrecer esta opción, y su activación debería ser prioritaria para cualquier usuario que valore su privacidad.
En un mundo donde las brechas de seguridad son cada vez más frecuentes, implementar 2FA es una de las decisiones más simples y efectivas que cualquier persona puede tomar para proteger su información sensible. Además, es crucial nunca compartir datos personales ni claves con terceros, incluso si parecen solicitudes legítimas. La combinación de educación digital, herramientas modernas y el uso responsable de la tecnología puede marcar la diferencia entre ser una víctima más o mantener la seguridad de nuestras cuentas.
SL