Tras reunirse con el titular del la Cámara Baja, Martín Menem, los cinco diputados nacionales de la Unión Cívica Radical (UCR) alineados al presidente Javier Milei confirmaron que apoyarán el proyecto del Gobierno para eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) que integra el temario de las sesiones extraordinarias en el Congreso.
La decisión de los llamados radicales con peluca no es compartida por la totalidad de la UCR, por el contrario, algunos de sus correligionarios se oponen o comulgan con la idea de suspenderlas. En las elecciones legislativas de 2025 el radicalismo debe renovar 23 de las 32 bancas que hoy tiene en la Cámara de Diputados.
Entre los radicales que acompañan al Gobierno en el proyecto de eliminar las PASO se encuentran los diputados Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat, que en diciembre fueron expulsados de la UCR por el Tribunal de Ética de ese partido por su apoyo al veto presidencial de a la ley de financiamiento universitario y la reforma jubilatoria. Dentro de este grupo también están el neuquino Pablo Cervi y el correntino Federico Tournier.
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Tanto Cervi como Arjol deberían renovar su banca este año si es que pretenden continuar en la Cámara Baja. Ambos integran el bloque radical que conduce Rodrigo De Loredo, donde 12 diputados más deben renovar, en un espacio de 20 representantes. Por otro lado, el otro bloque de la UCR, Democracia para Siempre, debe reelegir 9 de los 12 legisladores que tiene.
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El pronunciamiento de los cinco radicales con mayor afinidad con el oficialismo expresaría la falta de criterio unificado dentro del bloque que conforman en cuanto a las PASO. En ese sentido, De Loredo, en las últimas declaraciones que hizo en el programa cordobés El Doce, confirmó: “Nosotros no tenemos una postura unificada, pero la mayoría del radicalismo cree oportuno modificarlas”.
Tras decidir el acompañamiento del proyecto de Milei para suprimir las PASO, los cinco radicales a favor publicaron de forma simultánea en redes sociales sus ocho argumentos bajo la frase «es necesario el ajuste a la política«. En primer lugar, señalaron que «el problema de los partidos tradicionales no puede ser resuelto a costa de los ciudadanos», y por lo tanto pidieron que lo resuelvan los políticos «puertas adentro, sin gastar dinero del sector público».
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En segundo término, consideraron que «las PASO son un mecanismo de recaudación para partidos chicos y para candidatos» y advirtieron que «muchos ganan cifras millonarias». A su criterio, las PASO «son excesivamente onerosas» y por otro lado «no generan competitividad«. «En 2023, de 15 partidos que se presentaron solo cinco lograron más del 1% de los votos», ejemplificaron.
Además, resaltaron que «de las últimas 12 elecciones internas, solo tres fueron competitivas». En este sentido, los radicales «con peluca» comparten la idea de que las PASO funcionan como «una gran encuesta general» más que como herramienta para dirimir democráticamente las internas partidarias, lo cual «debilita su propósito».
Otro argumento que esgrimieron para oponerse a la continuidad de las primarias es que, a su juicio, «inmovilizan a los poderes Ejecutivo y Legislativo, que comienzan el año haciendo rosca» electoral en lugar de dedicarse a la función que les asigna la Constitución. Por último, consideraron que las PASO «saturan a la población con hasta seis votaciones al año en algunos distritos».
LM