El partido de centro-derecha Demokraatit (Democráticos) ganó increíblemente las elecciones generales en Groenlandia, un resultado asombroso en un contexto dominado por el debate sobre la independencia de Dinamarca y el interés de Estados Unidos, en tomar control del territorio.
Los Demócratas, liderados por Jens-Frederik Nielsen, obtuvieron alrededor del 30% de los votos, un aumento significativo de más del 20% respecto a las elecciones de 2021.
Nielsen destacó la necesidad de unidad en Groenlandia, especialmente en un momento de gran interés internacional por la isla, y anunció que su partido buscaría negociar con todas las fuerzas políticas para formar una coalición de gobierno.
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Groenlandia ha estado bajo control de Dinamarca durante casi 300 años, aunque desde 2009 tiene derecho a convocar un referéndum de independencia.
En este contexto, cinco de los seis principales partidos en las elecciones favorecen la independencia, aunque con diferentes enfoques sobre el ritmo al que debe alcanzarse.
Los Demócratas abogan por un proceso gradual, mientras que el partido Naleraq, que quedó en segundo lugar con casi el 25% de los votos, prefiere una independencia inmediata y una mayor cercanía con Estados Unidos.
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El resultado de las elecciones representa un cambio importante, ya que los dos principales partidos gobernantes actuales, Inuit Ataqatigiit (IA) y Siumut, que habían dominado la política groenlandesa en los últimos años, se ubicaron en el tercer y cuarto lugar, respectivamente.
La derrota de estos partidos se ha interpretado como un deseo de cambio en la política interna, incluyendo el descontento con nuevas leyes pesqueras y otros temas domésticos.
La elección se llevó a cabo en un momento de creciente tensión internacional, ya que el presidente Trump ha reiterado su interés en adquirir Groenlandia, debido a su ubicación estratégica y sus recursos minerales, necesarios para tecnologías como los teléfonos móviles y las energías renovables.
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En 2019, Trump sugirió la compra de la isla, y en su segundo mandato volvió a expresar su intención de obtenerla, mencionando que la necesidad de Groenlandia para la seguridad nacional estadounidense era crucial. Sin embargo, tanto Groenlandia como Dinamarca habían rechazado estas propuestas.
A pesar de la presión externa, Nielsen y su partido adoptaron una postura más cautelosa frente a Estados Unidos, instando a Groenlandia a mantener una postura unida y hablar con una sola voz ante el mundo.
En cuanto al proceso de independencia, mientras Naleraq impulsa un enfoque rápido, los Demócratas prefieren avanzar de manera gradual, enfocándose primero en el éxito del autogobierno antes de buscar la plena independencia.
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El sistema electoral de Groenlandia eligió a 31 miembros del parlamento, y el resultado muestra que una mayoría de Groenlandeses favorece la independencia, aunque el ritmo y la estrategia para alcanzarla siguen siendo puntos de debate.
La próxima coalición de gobierno dependerá de las negociaciones entre los partidos, con opciones como Naleraq o Inuit Ataqatigiit para formar un gobierno de mayoría.
Este resultado refleja el deseo de los groenlandeses de cambios significativos en áreas clave como la salud, la educación y la cultura, y también muestra el impacto de factores externos como el deseo de Estados Unidos sobre la isla.
Al final, el camino hacia la independencia sigue siendo incierto, y dependerá de cómo los Demócratas manejen las negociaciones y construyan un consenso sobre el futuro de Groenlandia.
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