Si hay una pasión que define la vida de Carlota Casiraghi, esa es la equitación. Desde muy pequeña, la hija de la princesa Carolina de Mónaco y nieta de la icónica Grace Kelly encontró en los caballos no solo un deporte, sino una verdadera vocación. Su amor por la equitación no es casualidad: es una tradición familiar que ha marcado generaciones dentro de la realeza monegasca y que ella llevó a un nivel profesional.
Desde su infancia, Carlota estuvo rodeada de caballos y competiciones ecuestres. Inspirada por su madre, quien también tenía un gran interés por la hípica, comenzó a entrenar a una edad temprana y pronto se destacó en el circuito de saltos ecuestres. Su disciplina y dedicación la llevaron a competir en torneos internacionales, donde demostró su talento y consolidó su prestigio en el mundo de la equitación.
Más allá de la competencia, para Casiraghi la equitación es un estilo de vida. En diversas entrevistas expresó cómo este deporte la formó como persona, dándole fuerza, confianza y una conexión única con los caballos. En una conversación con la revista Harper’s Bazaar en 2013, confesó: “Los caballos tienen un papel fundamental en mi vida. Me dieron la energía para seguir adelante, la capacidad de luchar y una fuerza invaluable”.
La conexión de la royal con este deporte quedó reflejada en 2022 cuando sorprendió al mundo al hacer su entrada en la Semana de la Moda de París montada a caballo en el desfile de Chanel. Vestida con una elegante chaqueta negra, pantalones de montar y botas altas, se convirtió en el centro de atención al recorrer la pasarela con naturalidad y elegancia. Más allá del impacto mediático que tuvo el evento, ese momento fue una demostración de cómo la equitación es parte de su identidad y cómo logra fusionarla con otros ámbitos de su vida, como la moda.
Su pasión también se refleja en su rol como embajadora de diversas causas ecuestres y en su defensa del bienestar animal. A lo largo de los años, participó en numerosas iniciativas para promover el respeto y la protección de los caballos, destacando la importancia de la equitación no solo como deporte, sino como una disciplina que requiere un profundo vínculo con los animales.
Carlota Casiraghi supo transformar su amor por los caballos en una expresión de su personalidad y valores. Lejos de ser solo un pasatiempo de su juventud, la equitación sigue siendo una parte fundamental de su vida.
VO