Juan Grabois tuvo «un fuerte dolor en el pecho»: se hizo estudios en Cemic y lo dejaron ir a su casa

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La agenda política de Juan Grabois no tiene descansos. Va de lunes a domingo en múltiples ámbitos, todos de obvia oposición al Gobierno de Javier Milei, y este jueves el combativo dirigente social debió hacer un alto en sus múltiples compromisos por su salud: sintió un fuerte dolor en el pecho. Ante esa situación, se dirigió a la guardia del Hospital Universitario CEMIC, en el barrio de Saavedra, y de inmediato fue sometido a diversos estudios, para monitorear si ese dolor se debía a problemas cardíacos. Los resultados no trascendieron, pero los médicos le permitieron retirarse a su domicilio, situación que obviamente descartaba que su vida estuviera en riesgo.

«Juan fue a la guardia porque se sintió mal, pero no estuvo ni está internado, está en su casa», indicaron allegados al dirigente social a la Agencia Noticias Argentinas, sin avanzar en mayores precisiones sobre el cuadro. Al mismo tiempo, numerosos usuarios en redes sociales comentaban el asunto, dividiendo como siempre las repercusiones del tema en función de la grieta política, siempre un abismo entre oficialistas y opositores.

Las especulaciones sobre su estado de salud encontraron un límite cuando el propio Grabois respondió el jueves por la noche a las diversas hipótesis que circularon. «Fui por un dolor en el pecho. El diagnóstico coronario que gente inescrupulosa y sin límites éticos filtró y difundió preocupando a mis familiares, amigos y compañeros es completamente falso. Todos los estudios me dieron bien», afirmó en sus redes sociales.

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Al mismo tiempo, el dirigente de Argentina Humana aprovechó la ocasión para criticar al gobierno por el estado de los hospitales y destacar la atención que recibió en el hospital donde se atendió a través de la obra socials DOSUBA. «A lo largo y a lo ancho de nuestro país hay gente que está sufriendo mucho, en hospitales sin medicamentos ni personal suficiente. Ancianos aguardando una cama tirados en la sala de espera. Malos tratos, suciedad, techos que se caen a pedazos, meses para hacer un estudio, comida inadecuada. Hay pacientes de salud mental y enfermos oncológicos sin sus medicamentos. Le sacaron los remedios a los jubilados. El sistema público de salud que junto al de educación supo ser el orgullo de la Argentina y un factor de igualación social ya estaba en crisis. Ahora lo están intentando matar», escribió en X.

«Aprovecho para reconocer a los trabajadores de limpieza, camilleros, kinesiólogos y enfermeras que son el corazón del sistema de salud aunque los traten como personal de segunda. Por supuesto, también a los médicos que no se creen miembros de una casta superior y tratan dignamente a sus pacientes y compañeros de trabajo. Por suerte son muchos. En su esfuerzo y compromiso sobrevive la fuerza con la que, no tengo dudas, vamos a volver a poner todo el sistema de pie», agregó en el comunicado.

Grabois cumple con un combativo rol opositor que lo vincula con múltiples ámbitos, muchos ligados a los organizaciones sociales, pero también al marco político e incluso son frecuentes sus viajes a Roma, ya que en su momento el papa Francisco le dio un lugar en el Dicasterio del Vaticano.

LM/HB

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