“No soy un comunista”, decía el Papa Francisco cuando hablaba sobre economía. Así contaron a PERFIL fuentes que tuvieron charlas profundas con el Sumo Pontífice. El mundo recordó este lunes a Jorge Bergoglio como un líder inclusivo y reformista de las estructuras de la Iglesia, pero además como un crítico de los excesos del capitalismo, preocupado en cuatro aspectos clave que impedían el desarrollo de los países más pobres.
El legado del Santo Padre tiene una fuerte impronta en contra del sistema financiero mundial. Aunque quienes lo conocieron, aseguran que no pensaba en una economía sin mercado. “Con el mercado, pero regulado”, advirtieron en diálogo con este medio referentes argentinos que tuvieron varios encuentros con Su Santidad.
Las cuatro preocupaciones económicas del Papa Francisco
Sus interlocutores detectan que estaba preocupado en puntos específicos y que incluso ofició de figura influyente en varios acuerdos internacionales que los incluían. “La desigualdad le parecía inaceptable, desde un punto de vista ético”, planteó una de las voces con las que se contactó PERFIL. Desde esa visión criticó a todos los gobiernos argentinos.
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En enero 2023 planteó por la gestión de Alberto Fernández: “En el año ´55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era 5%. Hoy está en 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”. Y luego en 2024, cuestionó el accionar del gobierno de Javier Milei: “Me hicieron ver un filmado de una represión de hace una semana o un poco menos. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, el gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo, porque eran revoltosos, comunistas”.
El ambiente era otro de sus desvelos. Para Francisco había un “abuso de problemas de sustentabilidad”. Un ejemplo es su primera encíclica como santo padre, el Laudato Si (2015), en la que apunta contra la explotación excesiva de los recursos naturales, la contaminación y la pérdida de la biodiversidad. En ese escrito llamó a una «conversión ecológica» global e incluso pidió la incorporación de la figura del «ecocidio» como pecado.
El tercer punto central eran las deudas como centro de las crisis económicas. “Más que nada, el accionar de un sistema financiero que resolvía sus problemas con más deuda”, destacó un economista que conoció de cerca su pensamiento. Y el cuarto tema eran las reglas que impartían los grandes holdings para “impedir que la humanidad en su conjunto se beneficiara de la ciencia”, indicó la misma fuente.
Francisco, lobbista de grandes asuntos de la economía
El ex arzobispo de Buenos Aires era, además, un lobbista de grandes asuntos internacionales que incluían alguna de sus cuatro preocupaciones. En 2020 convenció a Joe Biden de cambiar su postura respecto de la liberación de patentes que impedían que otros países desarrollen rápidamente las vacunas contra el Covid-19, afirmaron conocedores de las charlas que tuvo Francisco en ese entonces.
En 2024 participó del encuentro denominado “La crisis de deuda en el Sur Global” que organizó el ex Ministro de Economía Martin Guzmán para discutir sobre el endeudamiento insostenible de los países emergentes, y las tasas de interés que afectan a la región. Fue un armador clave: con la guerra entre Ucrania y Rusia como factor, influyó sobre la postura del entonces subsecretario de Relaciones Internacionales del Tesoro de EEUU, Jay Shambaugh, para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) baje los sobrecargos que aplica a países que tienen deudas por encima de su cuota, como tiene la Argentina.
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Con el extitular del Palacio de Hacienda tuvo un vínculo estrecho. Ambos mantuvieron varias reuniones en el Vaticano, algunas públicas, otras no, y en una de ellas en 2021, Guzmán buscó su apoyo para la renegociación de la deuda argentina con el Fondo y el Club de París. Más tarde ese mismo año Bergoglio nombrió al exfuncionario como miembro ordinario de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales del Vaticano. También tuvo una cercana relación con Joseph Stiglitz, el economista mentor del exministro. Es la cabeza de la comisión de Jubileo, una comitiva que incluye a expertos mundiales en deuda soberana procedentes del mundo académico, la sociedad civil y las comunidades religiosas que está redactando un documento para proponer reformas que ayuden a resolver situaciones de deuda insostenible y prevenir futuras crisis.
La relación matizada del Papa Francisco con empresarios argentinos
El Sumo Pontífice tuvo una posición ambivalente con el círculo rojo empresario. «No creía que hubiera una forma de poner los intereses de negocios por encima de las personas y ser alguien honesto», plantearon fuentes de su cercanía. «Las empresas no deben existir para ganar dinero, aunque el dinero sirva para medir su funcionamiento. Las empresas existen para servir. Por eso, es urgente recuperar el sentido social de la actividad financiera y bancaria, con la mejor inteligencia e inventiva de los empresarios», dijo en 2016 el papa.
Uno de los popes del establishment que tuvo una relación especial con Francisco fue el dueño de Corporación América, Eduardo Eurnekián que, según cuentan en su entorno, es uno de sus mayores ídolos. En 2019 recibió un reconocimiento especial del Papa por su apoyo al programa Scholas Occurrentes.
cp