El Banco Central no se ausentó del todo en el mercado de futuros del dólar. Si bien habría bajado significativamente su participación, los operadores estiman que en los últimos días siguió interviniendo con ventas, lo que contribuyó a la calma cambiaria, junto al aumento de la oferta de dólares en el mercado oficial de cambios y el repunte de las tasas de interés en pesos.
Para el equipo de research de PPI, un dato llamativo es el aumento del interés abierto (operaciones sin cerrarse, que gran parte son atribuídas a la intervención del BCRA) en contratos del primer semestre del próximo año. Por ejemplo, en los de marzo, el martes pasado el interés abierto trepó u$s55 millones y el jueves aumentó otros u$s26 millones.
Si bien no son montos de gran magnitud, el bróker de bolsa resalta que se trata de movimientos sin precedentes para la posición de ese mes. Tras las últimas operaciones, el interés abierto de marzo de 2026 ascendió a u$s106 millones, lo que significa el 1,8% del interés abierto total, muy por encima del 0,3% que representaba en el arranque de agosto.
El viernes, en base al aumento del interés abierto, el Central habría vuelto a intervenir. La suba fue de u$s168 millones, la más alta desde finales del mes pasado, generada principalmente en los contratos de abril y mayo de 2026, con u$s45 millones y u$s85 millones, respectivamente. Los repuntes captan la atención, teniendo en cuenta que estas posiciones marcaban entre u$s1 millones y u$s3 millones en las ruedas anteriores.
¿Por qué vende dólar futuro en esos meses?
De acuerdo con Portfolio Personal Inversiones, estas subas atípicas podrían indicar que la autoridad monetaria estaría interviniendo en el tramo largo de la curva de futuros del dólar con el objetivo de enviar una señal al mercado: remarcar que el techo de la banda de flotación se mantendrá vigente aún después de las elecciones legislativas de octubre.
La interpretación coincide con recientes declaraciones oficiales. El jueves, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, en un programa de streaming afirmaron que no prevén cambios en el esquema de bandas cambiarias, por lo que seguirían vigentes después de los comicios. Explicaron que la intención es que las bandas continúen ampliándose hasta perder relevancia.
Tras las eventuales intervenciones, al cierre del viernes los contratos de dólar futuro en la posición de marzo de 2026 quedaron en $1.592, luego de que en la semana rozaran $1.610 y a finales de julio se acercaran a $1.630. De esta manera, al cierre de la semana quedaron apenas por encima del techo de la banda de flotación, que por la actualización mensual para finales de marzo del próximo año rondará los $1.570.
Las presuntas ventas del BCRA para frenar la presión buscarían así que la expectativa devaluatoria para el próximo año se mantenga por debajo del límite superior que estableció en el esquema de bandas, el cual tiene una actualización de 1% mensual a partir de los $1.400 que estableció cuando implementó el programa, a mediados de abril.
Hasta ahora, el mercado muestra credibilidad en el esquema cambiario, en el que el BCRA se comprometió a vender divisas cuando la cotización del dólar llegue al límite superior para frenar el avance. De hecho, en varios períodos se observó que la cercanía de la cotización con el techo de la banda hizo que los inversores dejaran de demandar dólares, porque sabían que pronto caería por intervención oficial, lo que hizo retroceder el precio.
Este esquema, en escenarios como el actual (tasas de interés altas y dólar cerca del techo de la banda), incentiva el carry trade, maniobra en la que los inversores o ahorristas venden divisas para apostar por instrumentos en pesos, con la expectativa de que el tipo de cambio avanzará menos que las tasas de interés (o, menor aún, caerá) y, de esta manera, en determinado momento desarmar la posición para recomprar más dólares.
El carry trade también contiene al mercado
En diálogo con iProfesional, Piedad Ortiz, economista jefe de Wise Capital, afirma que uno de los factores que está ayudando a equilibrar al mercado cambiario es el carry trade, que por el escenario actual incentiva a los exportadores a liquidar divisas (stocks o ventas efectivas) para «hacer una diferencia» con los rendimientos en pesos.
La economista advierte que el precio del dólar podría acercarse al techo de la banda de flotación después de las elecciones de octubre, en caso de que el Gobierno decida liberar las restricciones para las empresas, pero ayudaría a estabilizar al mercado cambiario a mediano plazo. Además, allanaría el camino para el regreso al mercado internacional de deuda el próximo año.
«El actual esquema implica alta volatilidad electoral, por lo que varios elementos influirán en la dinámica del dólar. Desde la puesta en marcha del esquema de bandas cambiarias, el dólar se ha sostenido dentro de los límites, en un contexto de apertura de importaciones, volatilidad electoral, pero también acompañada de liquidaciones récord del agro, que han ayudado a morigerar el tipo de cambio», afirma.
Ortiz sostiene que, además del efecto de volatilidad cambiaria que genera el proceso electoral, se suma la menor oferta estacional de dólares por parte del sector agroexportador durante la segunda mitad del año. Además, afirma, la autoridad monetaria cuenta con reservas netas negativas, lo que limita la capacidad de intervención en los mercados, en caso de necesitarlo.