El icónico elevador da Glória, en Lisboa, Portugal, descarriló y chocó este miércoles contra un edificio en la calle da Glória, cerca de la avenida da Liberdade. Según consignaron medios locales, tras el accidente, murieron 15 personas y hay alrededor de 20 heridos, cinco de ellos graves. Continúan las tares de rescate para sacar a las víctimas que aún se se encuentran debajo de los escombros.
El accidente ocurrió minutos después de las 18 y, por el momento, se desconocen las causas del descarrilamiento. Equipos de emergencia y agentes de la Policía están trabajando en el lugar para ayudar a los accidentados.
La directora de Protección Civil, Margarida Castro Martins, precisó que cinco de los heridos están en estado crítico, mientras que otros tienen heridas leves -entre los que se encuentra un menor de edad- y varias personas continúan atrapadas.
Las autoridades no quisieron identificar a las víctimas ni revelar sus nacionalidades, pero dijeron que entre los fallecidos había algunos extranjeros, informó la agencia Reuters.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, emitió un comunicado oficial en el que lamentó profundamente el accidente ocurrido esta tarde con el ascensor (funicular) da Glória, en Lisboa, en particular las víctimas mortales y los heridos graves, así como los varios heridos leves.
“El Presidente de la República expresa su pesar y solidaridad a las familias afectadas por esta tragedia, y espera que el suceso sea rápidamente esclarecido por las entidades competentes”, concluyó.
El Hospital de São José recibió siete heridos, de los cuales cinco están en estado grave, que fueron trasladados a la urgencia general del centro de salud. Otros tres heridos fueron trasladados al Hospital de Santa María, que no brindó detalles acerca de la gravedad del cuadro de los pacientes que recibió.
El hecho ocurrió cuando el transporte descendía del mirador de São Pedro de Alcântara en dirección a la Plaza de los Restauradores. El presidente de la Cámara de Lisboa, Carlos Moedas, que iba a participar en la convención municipal en Ajuda, se presentó en el lugar y expresó: “Lisboa está de luto”.
“Es una tragedia que nunca sucedió en nuestra ciudad. El momento es de acción y ayudar. Agradezco a todos por la respuesta en pocos minutos. Lo único que puedo decir es que es un día muy trágico”, añadió, al tiempo que prometió adelantar más tarde información sobre la situación “por respeto a las familias” de las víctimas.
A través de un comunicado oficial, el primer ministro portugués, Luís Montenegro, también lamentó el accidente y expresó su profunda consternación y solidaridad con las víctimas y sus familias.
“El Gobierno está, desde los primeros momentos, acompañando la situación y la respuesta de las diversas autoridades públicas de emergencias médicas, unidades de salud, protección civil, fuerzas de seguridad y transportes, a quienes se les transmitieron orientaciones para la prestación de todo el apoyo necesario”, continuó.
Y cerró: “El Gobierno también está en contacto permanente y coordinación estrecha con La Cámara Municipal. Siendo la prioridad inmediata el auxilio a las víctimas, las autoridades competentes realizarán en su momento las averiguaciones necesarias para determinar las causas de este lamentable accidente”.
Las autoridades de Movilidad y Transportes aseguraron, a través de un comunicado, que realizarán “en los próximos días” una acción de supervisión del descarrilamiento del elevador da Glória, con la intención de divulgar los resultados “con la mayor celeridad posible”.
La Policía Judicial también se dirigió hasta el lugar a fines de realizar tareas para avanzar con la investigación del trágico episodio y averiguar si existe materia de naturaleza criminal.
El elevador da Glória, una de las principales atracciones turísticas de Lisboa, conecta la Plaza de los Restauradores con el Barrio Alto y transporta anualmente a más de tres millones de pasajeros.
Fue inaugurado el 24 de octubre de 1885, después de haber sido construido por el ingeniero portugués Raoul Mesnier du Ponsard. Está compuesto por dos vehículos, conectados por un cable subterráneo, que suben y bajan de manera alternada y simultáneamente a lo largo de dos vías de rieles de hierro. En febrero de 2002 fue destacado como monumento nacional.