Un mazazo para Milei y el pánico ante un lunes negro en los mercados

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Era de esperar el duro resultado de esta noche cuando en el Gobierno dejaban trascender, en los días previos, que se conformaban con “perder por poco”. Manejaban números de lo más diversos, algunos incluso optimistas, pero en el fondo no creían en los cantos de sirena de los encuestadores amigos, empezando por Federico Aurelio, que hablaban de un “empate técnico” o final abierto que dejaba con vida a La Libertad Avanza en las legislativas de la Provincia de Buenos Aires. Otros, aun más efusivos, hasta pronosticaban un triunfo contra el peronismo, escenario que en la Casa Rosada miraban con cierta incredulidad. ¿La vieron venir? ¿Sentían que “la calle” no reflejaba ese clima de triunfalismo artificial? Finalmente, acaba de llegar el impactante mazazo de la realidad: con el 82 por ciento de las mesas escrutadas y una tendencia que parece irreversible, Fuerza Patria se imponía por un aplastante margen de 13 puntos: 46,93 por ciento contra 33,85, al cierre de esta nota.

La primera lectura es que se trata de un freno evidente no solo al Gobierno y su programa económico, sino también al estilo presidencial que el propio Javier Milei trató en vano de suavizar con la reciente promesa de no insultar más a sus adversarios, una declaración de buenas intenciones que duró lo que un suspiro. La segunda conclusión es que el “cisne negro” del Coimagate, desatado en la recta final de la campaña con los audios de Diego Spagnuolo y la mención del 3 por ciento que la hermana del Presidente recaudaría por izquierda entre las empresas farmacéuticas con contratos con el Gobierno, terminó calando hondo. El escándalo monopolizó la agenda en las últimas semanas, trajo movimientos judiciales, memes y cánticos en los recitales y partidos de fúbol y le costó carísimo a un Milei que, porfiado como es, insistió en abrazarse a Karina en el acto de cierre. Mala idea. Según encuestas previas, el affaire iba a significar una sangría de votos propios, de hasta 15 por ciento de ciudadanos que hasta entonces se definían como libertarios. Es lo que pasó. Aunque esos desencantados no hayan migrado al peronismo, lo cierto es que dejaron de votar a Milei y sus candidatos.

Una tercera lectura tiene que ver con cuánto contribuyó el propio Gobierno, con sus internas salvajes, a dispararse este tiro en el pie. En el último encuentro de la mesa chica de campaña, que integraban hasta ahora Karina Milei, su armador Sebastián Pareja y el asesor estrella Santiago Caputo, hubo durísimos reproches del segundo al último. Le recriminó que no estuviera ayudando en la tarea de buscar fiscales para el día de la elección que permitieran hacerle frente al aparato del peronismo. La respuesta de Caputo solo generó más bronca: ¿por qué debía él ocuparse de eso si en las listas no figuraba ningún candidato de su espacio interno, los militantes digitales de “Las fuerzas del cielo”? Hablando de digitales, también llamó la atención la dureza del cruce que por estas horas calientes protagonizaron el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el comandante de los trolls caputistas, “El Gordo Dan”, cuando el segundo escribió frases irreproducibles sobre la hija discapacitada de un aliado como Luis Juez. Más fuego amigo.

Lo que ahora disparó la derrota en la Provincia, antesala de la elección clave de octubre, es el temor de que mañana haya un “lunes negro” en los mercados ante la evidencia de que el plan de Milei tiene nuevos palos en la rueda. Al miedo que produce una suba del dólar y del riesgo país se suma la intranquilidad de cómo podría reaccionar el Gobierno ante este resultado. ¿Bajará un cambio? ¿Se radicalizará aun más? ¿Cómo impactará el resultado en la imprevisible psiquis del Presidente? ¿Habrá modificaciones en el Gabinete o fusibles como “Lule” Menem, la mano derecha de la hermana Karina en el escándalo de las coimas? ¿O se quedarán todos?

Y el otro interrogante es cómo llega el mileísmo a octubre sin la devaluación que le exige el establishment para corregir la anomalía del dólar barato. Pero si devalúa, ¿eso no impactará inmediatamente en los precios y dejará a Milei sin la única bandera que mantiene en alto, la del freno a la inflación?

Todo está en el aire. Es lo que ocurre cuando un Presidente que se pelea con todos sufre un mazazo como el de esta noche.

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