Jugó en el Real Madrid, estuvo preso y ahora se dedica a decorar interiores

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En la época dorada del fútbol conocida como la era de «Los Galácticos», el Real Madrid brilló con estrellas como Zinedine Zidane. Este equipo conquistó trofeos como la Champions League, dejando una huella imborrable en la historia del deporte. Entre ellos, aunque en un papel más discreto, se encontraba Raúl Bravo, que pasó de la gloria a las sombras.

Bravo compartió vestuario con gigantes del fútbol, pero su trayectoria tomó un giro inesperado tras retirarse del deporte. Hoy, es reconocido como decorador de interiores, destacando entre los mejores del mundo en un ámbito que jamás imaginó dominar. ¿Cómo fue su transición? Esta es su historia.

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“Llegué a aborrecer el fútbol”, dijo Bravo al confesar sus problema con las apuestas deportivas

Cómo fue la carrera de Raúl Bravo

El ex deportista nació el 14 de abril de 1981 en Gandía, España, en el seno de una familia humilde. Su amor por el fútbol comenzó en su infancia, cuando jugaba en equipos locales y soñaba con llegar a lo más alto. Desde pequeño, mostró talento para defender, destacando por su velocidad y determinación como lateral izquierdo.

Su oportunidad llegó cuando ingresó en las categorías inferiores del Real Madrid. En 2001, debutó con el primer equipo, convirtiéndose en parte de un grupo estelar durante la era de «Los Galácticos». Aunque no era una figura central como Zidane o Beckham, su aporte fue fundamental en partidos clave. Bravo jugó más de 130 encuentros con el club, ganando títulos como La Liga en 2003 y 2007.

«Fue un sueño jugar junto a mis ídolos. Ver a Ronaldo y Roberto Carlos en el vestuario era increíble«, recordó lateral. Aunque su rol en el equipo era de menor protagonismo, su disciplina lo mantuvo en el nivel más alto durante varias temporadas.

En 2007, el futbolista dejó el Real para continuar su carrera en el Olympiacos de Grecia, donde ganó varios títulos locales y se convirtió en un jugador apreciado por la afición. Más tarde, pasó por clubes más modestos antes de colgar los botines en 2017. «El fútbol me dio todo, pero también me dejó un vacío enorme al retirarme», confesó y agregó: “»Cuando dejé el fútbol, el primer año fue muy complicado. No sabes ni dónde estás. Es una sensación muy fea, y nos pasa a todos los jugadores».

Qué pasó con Raúl Bravo después del retiro

Tras despedirse de los terrenos de juego, Raúl enfrentó problemas personales graves. Su adicción a las apuestas deportivas lo llevó a perder más de 700.000 euros y, según él, lo hizo «aborrecer el fútbol». En 2019, fue arrestado en el marco de la «Operación Oikos», acusado de liderar una red de apuestas en partidos. Pasó un breve tiempo en prisión antes de ser liberado bajo fianza.

«Es peor que la droga«, declaró sobre la ludopatía, un problema que lo arrastró a una etapa oscura de su vida. Finalmente, en marzo de 2023, fue absuelto de los cargos al no encontrarse pruebas suficientes en su contra. Esta experiencia lo marcó profundamente, pero también lo impulsó a buscar un propósito diferente. «No quería seguir viviendo así. Necesitaba empezar de nuevo«, afirmó.

A qué se dedica hoy Raúl Bravo

Lejos de los escándalos y del fútbol, Bravo encontró su verdadera pasión en la decoración de interiores. Este interés surgió cuando comenzó a invertir en bienes raíces, remodelando y decorando las propiedades que adquiría antes de venderlas. «Compré varias casas y las decoré a mi manera. Al final, los clientes me preguntaban dónde había estudiado diseño», recordó con una sonrisa.

Su enfoque práctico y su atención al detalle lo posicionaron como uno de los más destacados en el sector. «Es un mundo completamente distinto al fútbol, pero aquí también tienes que luchar por ser el mejor», comentó.

Hoy, Raúl Bravo disfruta de una vida tranquila y exitosa. «Soy muy feliz con lo que hago. Disfruto y me lo paso pipa», declaró. Su historia es un ejemplo de resiliencia, demostrando que, incluso tras las caídas más duras, es posible reinventarse y brillar en un nuevo camino.

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