Gabriel Rubinstein, economista: Milei es el primer presidente que ajusta con ganas y alegría. Eso alinea a su tropa y da un mensaje potente»

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-A casi un año de cumplirse el comienzo de su gestión ¿qué fue lo que más le sorprendió de la economía de Javier Milei?

-Hacer un ajuste fiscal en el primer mes de gobierno. Bajar el déficit cinco puntos del PBI, y sin entrar en eso de los otros diez puntos como dice el Presidente, ha sido algo muy importante. Todos los candidatos más o menos decían que había que ir por ahí, punto más o punto menos, incluso con otra composición en el ajuste… nada, había que bajar el déficit fiscal y Milei hizo el ajuste de una. Ha sido gratamente llamativa su movida.

-¿Cuán importante para lograr ese resultado cree ha sido el respaldo al ministro de Economía de…?

-[Interrumpe] Milei es el primer presidente que ajusta con ganas y con alegría. Milei cuanto más ajusta mejor se siente y eso facilita la tarea de Luis Caputo. Eso alinea a toda la tropa y es un mensaje muy potente.

-¿Por qué?

-Porque todos los gobiernos, de derecha o izquierda, peronistas o radicales, militares o democráticos, todos han tenido presiones políticas y en algún momentos los ministros aflojan ante las demandas de aumentar del gasto. Ahora, ¿tener un presidente que es el primero en pararse y decir no a los pedidos? Para un ministro de Economía es la panacea.

-Con Sergio Massa seguro no le pasó [N.E.: Rubinstein fue viceministro de Economía de Massa en 2022- 2023 y asesor de Roberto Lavagna 2002-2005]

-Massa era político, ministro de Economía y candidato a presidente. Todo a la vez. Pero no es un tema sólo de Massa. De vuelta: pasó hasta con gobiernos militares en los que uno podría pensar que tienen menos miramientos a la hora de conducir la política económica y mostrarse más férreos, con más disciplina. Pero no es un tema del sistema electoral o político: simplemente Milei es, de todos los presidentes, el que más se convenció del equilibrio fiscal.

«La economía crecerá 5% por el aumento permanente del salario real y el mayor crédito»

-¿Le hace acordar a alguna experiencia?

-Roberto Lavagna tuvo tres puntos de superávit primario del PBI. Puedo decir que Eduardo Duhalde delegó todo el manejo económico en Lavagna y que Roberto se pasó casi todo el tiempo diciéndole que no a los pedidos de aumentos. Después vino Néstor Kirchner y las cosas cambiaron cuando empezó a meterse en las tareas de Roberto hasta que finalmente lo echó. Eso fue el inicio de una debacle que vivió la Argentina en los últimos años y creo se profundizaría con Cristina Kirchner. Pero me estoy metiendo en otro tema…

-¿Cómo hace un ministro de Economía para decirle que no al Presidente?

-Difícil… Cavallo no pudo con Carlos Menem… Recuerdo yo era agente calificador de riesgo en 1993 y participaba de un comité de riesgo soberano de lo que hoy es Fitch. Vinimos con un equipo de analistas desde Londres y tuvimos una reunión con el Mingo. Le preguntamos todo. Hicimos 100 preguntas y la duda era “Argentina pierde aceleradamente el superávit fiscal y nos preocupa, ¿qué pasa ministro si las tasas internacionales suben?”. La convertibilidad era un esquema muy exigente y en un momento de la charla Cavallo se sinceró: “Cuando puedo bajo impuestos pero no puede tener superávit flotando porque si dejo plata la agarran los políticos, los diputados y se la gastan”. Cavallo en su mejor momento no podía ante tanta presión…

-Algo así dijo una vez un ex ministro de Economía: en la Argentina es muy difícil mostrar un fondo anticíclico porque enseguida los políticos lo querrán gastar.

-En 2005 se votó una ley con el fondo anticíclico. Vimos la experiencia de Noruega, Chile y otras más. Llegamos a tener US$ 47.000 millones de reservas netas, esas mismas que hoy son negativas. En 2007 era un momento macroeconómico especial para hacer un modelo que resistiera y la situación era tan sólida que no importaba quién ganara. Ganó Cristina Kirchner y al día siguiente no pasó nada en los mercados. Hoy en cambio si gana Cristina se va todo al demonio.

-¿Aún con superávit fiscal?

-Aún con superávit fiscal. Si el escenario es que la gente piensa que Milei pierde las elecciones y gana Cristina olvídese: salen todos mañana a primera hora a comprar dólares. Súbitamente cae la demanda de pesos y sube la de dólares.

-Como la PASO 2019.

-Igual. El esquema económico actual convive con la fragilidad política del país y no blinda a la economía de dos shocks: el político y el externo. Y quiero ser preciso con esto. Cuando se está en una situación como la actual son los flujos lo que importan. Pero cuando suceden los shocks pasan a importar los stocks, empezaremos a ver cuántas reservas hay y no cuántos dólares compra el Banco Central a diario al término de cada jornada. El shock es un cambio súbito en el humor y en las expectativas de los mercados donde la gente quiere más dólares y menos pesos. Importa un rábano que la situación fiscal esté en equilibrio.

«Si pierde Milei en 2025 o al Gobierno se le escape la situación política de las manos, sería un shock para este modelo que no está blindado».

-Volvamos a los shocks que no soporta este modelo ¿cuál sería uno?

-Que pierda Milei en 2025 o que al Gobierno se le escape la situación política de las manos. En septiembre la imagen del Presidente cayó. Pero en octubre subió y las variables financieras se recuperaron.

-¿Qué quiere decir que se le vaya de las manos al Gobierno la situación política?

-Recuerdo lo que pasó con el general Juan Carlos Onganía con el Cordobazo. Onganía era una persona fuerte, bastante popular y con apoyo de Juan Perón.

-Y le crecía la economía…

-En 1967 al 7%. Y la inflación era menos de 7%. La política sindical estaba avalada por Perón. Onganía tuvo medidas en contra de la clase media y una impronta cultural de derecha conservadora que pensaba quedarse en el gobierno mínimo diez años. Vino el Cordobazo y se fue todo al demonio. Estudié el tema y no hubo una sola previsión al respecto de que aquel día vendría una protesta así. Fue un shock.

-¿El segundo shock cuál sería?

-El externo. Si el real se devalúa fuerte por las políticas de Donald Trump o caen las commodities de repente.

-¿Pero los shocks no pueden ser positivos también? Milei ha cosechado elogios y apoyo de EE.UU. y de varios países del mundo que pueden traducirse en fondos frescos en 2025.

-Totalmente.

-¿Dónde está el piso del riesgo país?

-No tiene piso. Creo que llegará a 600 puntos básicos rápido pero si las cosas van bien bien llegará a 300 puntos. Y quizá no ahora, pero si Argentina crece y tiene siempre superávit fiscal el riesgo país bajará de 300. No hay un piso de hierro.

-¿Tampoco para la inflación?

-Tampoco. La inflación a esta altura de la Convertibilidad era 1%. No hay ninguna razón para que sea más de 1%. Tuvimos dos modelos exitosos de baja inflación que fueron la Convertibilidad y a la salida del 1 a 1 cuando quedó en 5% anual. ¿Por qué no podemos lograr ahora eso si lo hicimos con dos modelos diferentes y con dos visiones distintas, un más liberal y otra más estatista? En mi opinión el de los 2000 tenía una solidez mayor por el dólar alto, pero eso es discutible y más allá de si conviene el dólar alto o dólar bajo, en los dos modelos había reservas en el Banco Central.

-¿En dónde quedarán los salarios con el modelo actual?

-Hoy se duplicaron en dólares. Veo el salario real creciendo entre 3% y 6% anual. Sería lo lógico y recomendable. Se puede llegar a los salarios que tenía la economía formal e informal de 2023 y no será ningún milagro.

-¿Pero cuál sería el salario de este modelo por productividad, teniendo en cuenta que hace décadas no competimos y nos volvimos menos productivos? ¿Por qué deberíamos ganar más?

-En la Convertibilidad el salario promedio tuvo un máximo de US$ 2.000. Hoy se está en US$ 1.000….

-¿Se podría llegar a los US$ 2.000 que se ganaban en los noventa?

«La inflación a esta altura de la Convertibilidad era 1%. No hay ninguna razón para que sea más de 1%. Tuvimos dos modelos exitosos de baja inflación que fueron la Convertibilidad y a la salida del 1 a 1 cuando quedó en 5% anual».

-Si se llega rápido sería una macana porque significaría hacer más vulnerable en lo cambiario a una economía que perdió productividad y ahora no tiene nada para amortiguar un shock. Si yo dijera “acá tengo US$ 100.000 millones y me banco amortiguar un montón de años de recuperación de actividad, más allá si en el medio hay un Tequila o una crisis de confianza, dando un mensaje claro de que el dólar estará en $ 1.000 tipo Convertibilidad”, bueno, en ese caso los empresarios, chicos, medianos o grandes podrán adaptarse o no. Será su decisión. Así pasó en la Convertibilidad, parecía que el dólar estaba bajo pero las empresas se acomodaron porque vieron que el esquema estaba para quedarse.

-Muchos no van a poder.

-Así es. Pero muchos nuevos sí. El juego de pérdidas y ganancias es una especie de destrucción creadora. Pero hay que tener convicción de que ese dólar quedará para siempre o por los próximos diez años y así transmitirlo como una regla.

-El Gobierno en todo caso dice que sujetará más firme el dólar, que bajará el crawl.

-Y es lógico. Tendría que ser cero. Hay equilibrio fiscal, no hay razones para seguir emitiendo y devaluando.

-¿El dólar oficial está atrasado?

-Es una discusión donde se pueden encontrar argumentos que digan que sí, que parece lo más intuitivo, pero otros que digan que no. Desde el funcionamiento de la economía real dependerá mucho de la capacidad de adaptación de las empresas. Desde los trabajadores, el sueldo promedio hoy es la mitad al del 1 a 1 y entonces uno diría que no se está tan atrasado.

-¿Si la Convertibilidad funcionó con un dólar bajo por qué no sería igual esta vez?

-Porque el 1 a 1 mostró ser frágil frente a los eventos que ocurrieron más tarde. ¿Se puede convivir con esto? Sí. ¿Es deseable? Una cosa es tener un shock externo con un dólar bajo y otro con un dólar alto. El dólar alto protege más cuando no hay reservas para afrontar un aumento de la demanda de divisas. En la Argentina la flotación normal del tipo de cambio es muy peligrosa porque puede llevar a situaciones de pánico y es el fin del modelo.

-¿Pero con 10% de brecha salir del cepo no evita una propagación de la inflación?

-Una brecha de 10% facilita pensar que si se sale del cepo no debería haber problemas en un primer momento, coincido. Hay que ver si el Gobierno hace algún tipo de negociación con las empresas porque eso podría disparar la demanda de dólares de manera inmediata. Pero de vuelta: una brecha más baja no blinda a la Argentina de shocks tipo Tequila o políticos.

-¿Qué explicaría el crecimiento de la economía en 2025?

-La economía crecerá 5% por el aumento permanente del salario real y el mayor crédito. Ambos factores compensarán la suba eventual en tarifas y la baja del empleo.

-¿Qué significa crecer el año que viene?

-Rebotar, recuperar lo perdido.

La comparación Milei-Massa, negociar con el FMI y el impuesto PAIS

Gabriel Rubinstein fue el viceministro de Economía de Sergio Massa entre 2022 y 2023. Casi dos décadas antes acompañó en el mismo edificio a Roberto Lavagna entre 2002 y 2005 primero como asesor y luego como representante del Ministerio de Economía en el Banco Central.

En el último tiempo el economista levantó su perfil, sobretodo en X, afirmando que el programa que proponía Massa como candidato a Presidente en 2023 no era muy distinto al actual de Milei.

-¿Habla con Massa desde que se fueron del Ministerio de Economía?

-Tuve algunas oportunidades, nos hemos reunido.

-¿Qué le dice del reconocimiento que usted hace de la política de Milei?

-No hablamos particularmente de esto. Cuando fui al Gobierno en 2022 mi plan era devaluar el dólar oficial, eliminar el déficit e intervenir el tipo de cambio CCL para que la brecha no sea más de 30%. Es lo que hizo Milei.

-El Gobierno enfrenta con el FMI una negociación por el nuevo acuerdo y el nivel de atraso del dólar está arriba de la mesa con el staff técnico. ¿Le sorprendió que haya logrado que corran de ahí a Rodrigo Valdés?

-No pensé que el Fondo tomara una decisión así. Pero no cambia la naturaleza de la negociación.

-¿Por qué?

-Porque si el FMI piensa que el dólar está 25% atrasado es obvio que el staff del Fondo podrá decir “te presto plata para que me pagues dado el ajuste fiscal que estás haciendo y eliminás medidas cambiarias dejando cada vez más flotar el dólar”. Pero si el Gobierno quiere más plata, o sea, no sólo para pagarle al FMI sino un plus más el staff dirá “te presto pero no para que las uses interviniendo”. Son divisas para mostrar que las tiene el Central pero no para usarlas en una intervención.

-Pero el Gobierno le va a decir no a eso. ¿Para qué recibiría plata del Fondo si no la puede utilizar en una corrida?

-No habrá acuerdo entonces o habrá uno light. Imagino a el FMI diciendo “si querés intervenir en el mercado de cambios en un episodio de pánico hacelo cuando el dólar valga $ 1.500 o $ 2.000 pero no te voy a dar un solo dólar para que me lo vendas a $ 1.000”.

-¿Cuántas reservas se acumulará en 2025?

-Se acumulará, aunque no demasiadas. Ricardo Arriazu analiza bien este punto: las reservas se juntan según los desequilibrios monetarios y no viendo qué pasa con las tarjetas de crédito, turismo o Vaca Muerta. Seguramente yo quizá se menos optimista que Arriazu.

-¿Qué le parece bajar el precio del dólar tarjeta al vencer el impuesto PAIS?

-Sería lógico subir el precio del dólar por el equivalente a la baja el impuesto de manera que no haya impacto en los precios. Algo así como una compensación. Pero el Gobierno preocupado por bajar la inflación no lo hará.

Al toque

Una película: “La vida es bella”.

Una serie: “Breaking Bad”.

Un proyecto: Una Argentina con una mezcla de macroeconomía de Javier Milei y republicanismo y democracia de Raúl Alfonsín.

Un sueño: Ser lo más feliz posible.

Un líder: Winston Churchill.

Un prócer: José de San Martín.

Una comida: Asado con papas fritas.

Una bebida: Vino rosado.

Libro: “Sapiens, de animales a dioses” y La Biblia.

Un persona que admira: Paul McCartney.

Un recuerdo: Estar ahí, sosteniendo con una mano a mi hijo, al momento de nacer.

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