El bloguero español Gonzalo Sanz, que ya completó su recorrido por sesenta países, entre ellos Colombia, se mostró sorprendido en sus redes sociales por las costumbres del país latino que según dijo, facilitaron su estadía y le gustaría encontrarse al regresar a Europa.
Encontrar a la mano lo que iba necesitando en su recorrido por Bogotá lo hizo pensar que los colombianos les llevan ventaja a los europeos en el comercio ambulante.
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La capital colombiana ha sido adaptada de manera tal que la cadena de consumo inicia y termina en sus calles. Algo que fue aprovechado Sanz para seguir recorriéndola, sin la necesidad de regresar a su hotel o buscar una plaza comercial.
No fue una, sino seis, las ventajas que encontró en las costumbres colombianas y cómo los nacionales se relacionan en la calle:
- Los menús del día económicos. Los he visto, incluso, desde los 10.000 pesos colombianos. En Europa jamás encontrarían algo así.
- En las calles vende siempre lo que uno necesita. En el caso de Bogotá, se venden muchos paraguas.
- Venden frutas deliciosas en todos los sitios.
- Las papeleras de la calle se dividen en reciclables y no reciclables. En España, por lo menos, no es así.
- La limonada de coco ¿Por qué no existe en otros países? Es simplemente maravillosa.
- Encontrar empanadas en cada cuadra. Es maravilloso también.
Cada día, cerca de mil colombianos dejan el país en busca de nuevas oportunidades en el extranjero, según datos revelados por la Aeronáutica Civil y Migración Colombia en mayo de 2024. Este fenómeno, impulsado por la búsqueda de mejores condiciones laborales, calidad de vida o el anhelo del llamado “sueño americano”, no está exento de desafíos.
Andrea Santoya, una creadora de contenido colombiana radicada en Francia, conocida en redes sociales como Andrea por Europa, compartió su experiencia como migrante, advirtiendo sobre los riesgos y dificultades que enfrentan quienes deciden emprender este camino sin la preparación adecuada.
De acuerdo con lo expresado por Santoya, uno de los principales errores que cometen los migrantes es no contar con los recursos económicos necesarios para sostenerse durante los primeros meses en el extranjero: “Por favor, no salga de su país. Si usted no tiene ahorros para sobrevivir de tres a cuatro meses en el extranjero, no salga de su país”, insistió, en un intento por claro por evitar que los migrantes colombianos se enfrenten a situaciones de precariedad económica al llegar a un nuevo país.
Otro aspecto clave, según dijo, es el dominio del idioma del país de destino, pues migrar a lugares como Francia, Canadá, Polonia o Estados Unidos sin un conocimiento básico del idioma local puede complicar significativamente la integración y la búsqueda de empleo. “Si usted va a migrar a un lugar que no es de habla hispana, por favor, aprenda las bases del idioma o, en su defecto, migre con el idioma ya perfectamente aprendido”.
Además, Santoya destacó la necesidad de contar con los documentos necesarios para residir y trabajar de manera legal en el país de destino. Llegar con una visa de trabajo o de estudio que permita ganarse la vida “algunas horas por semana” facilita enormemente el proceso de adaptación. “Si usted tiene la posibilidad de sacar una visa de trabajo o una visa de estudio que le permita trabajar algunas horas en la semana, hágalo. No se exponga a estar de manera irregular”, sostuvo.
La irregularidad migratoria no necesariamente implica problemas con las autoridades, pero sí dificulta la busqueda d un empleo digno: “No es por la Policía, no es por migración porque si usted no hace nada malo, no le van a decir nada. Lo digo porque encontrar trabajo sin el idioma y sin un permiso de trabajo es muy, muy complicado. No imposible, es complicado”.